«Rafael Orozco es una de las figuras del pianismo universal del siglo XX»

El valenciano interpretará el ‘Concierto nº 1 para piano y orquesta’ de Tchaikovsky el próximo martes en el Teatro Góngora en el marco del festival que lleva el nombre del artista cordobés.

El Teatro Góngora recibe el próximo martes (20:00), en el marco del XIV Festival de Piano Rafael Orozco, a Carles Marín (Valencia, 1978), ganador de más de 30 premios entre los que figura el de la Akademie Mozarteum de Salzburgo en 2008. Estudió en Madrid con Joaquín Soriano, en París con Ramzi Yassa y en Rotterdam con Aquiles Delle Vigne y es un activo músico de cámara. En el Góngora interpretará junto a la Orquesta de Córdoba (dirigida por Lorenzo Ramos y que abrirá la velada con la Sinfonía nº 6 de Beethoven) el Concierto nº 1 para piano y orquesta de Tchaikovsky.

-¿Qué exigencias plantea esta obra al pianista?

-Es uno de los grandes conciertos románticos del repertorio, conocido por todos los pianistas y por el público en general. Una obra de una gran envergadura, con unas exigencias mecánicas muy importantes; necesita una construcción muy sólida por parte del intérprete, puesto que es una obra muy variada y muy compleja.

-¿Qué le aporta como intérprete?

-A cualquier pianista le aporta, para empezar, un gran placer. Y mucha exigencia de trabajo mental y también física, pues es un concierto muy físico. Pero la ilusión está por encima de todo ese esfuerzo, porque es una maravilla poder interpretarlo.

-Lo hará con la Orquesta de Córdoba, con la que trabaja por primera vez, y en un festival que recuerda la figura de Rafael Orozco…

-Sí, es la primera vez que tengo el inmenso placer de trabajar con la Orquesta, y estoy encantadísimo, tanto con ella como con el maestro Ramos. Y el marco es realmente especial, el festival Rafael Orozco, que es un pianista al que adoro, igual que la mayoría de pianistas. Sin duda se le puede definir como una de las figuras del pianismo universal del siglo XX, porque todo lo que hizo trascendió fronteras. Su versatilidad era imponente, increíble. No solamente le conocemos por el magistral legado de la grabación de Iberia, un referente para cualquier pianista en el mundo, sino que ahí tenemos su Tercero de Rachmaninov, sus estudios de Chopin… Abarcaba un repertorio inmenso y supone un orgullo para los pianistas españoles que Rafael Orozco naciera aquí y sea parte de nuestra cultura.

-¿En qué momento se encuentra la interpretación pianística en España?

-Por suerte, hablar de España ya es hablar de Europa. Ya no hay tantas fronteras. El pianismo español y en general los músicos españoles tenemos muchas más oportunidades para acceder a todo el universo musical. Sin duda, el pianismo español está en un momento espléndido.

-Usted desarrolla también una amplia labor como músico de cámara…

-Creo que la música de cámara es indispensable para cualquier intérprete. Tocar un gran concierto para piano y orquesta ya es hacer música de cámara. Todo lo que suponga trabajar con más de un músico es música de cámara. Es una faceta que se debe potenciar desde los inicios.

-¿Qué proyectos tiene a corto plazo?

-La semana siguiente a la actuación de Córdoba interpretaré otras dos grandes obras románticas junto a la Orquesta de Valencia, la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachmaninov y Totentanz de Liszt. Y en marzo de 2016 publicaré un CD producido por KPMusic, con obras relacionadas con el fuego y cuya presentación será en Madrid. Es un proyecto muy importante para mí.